Honduras
El Escudo de Armas.
este importante símbolo hondureño fue establecido en 1825. Es un triángulo equilátero, en su base
se encuentra un volcán entre dos castillos, sobre los cuales está un arco iris y debajo de este tras el
volcán, se levanta un sol esparciendo luz. El triángulo colocado sobre un terreno simbolizando ambos
mares. En torno a él un óvalo que contiene en letras de oro: "República de Honduras, Libre, Soberana e Independiente.
15 de septiembre de 1821".
Bandera Nacional .
está compuesta de tres franjas iguales y horizontales, la superior y la inferior de color azul turquesa. La franja central de color blanco, contiene cinco estrellas de cinco ángulos salientes del mismo color azul. Cada una de las estrellas representa, un estado de la Unión Centroamericana. El decreto de la Bandera de Honduras fue dado en Tegucigalpa el 18 de enero de 1949.
El ave nacional La Guacamaya.
de Honduras es la Guara Roja o Guacamaya, bajo un decreto establecido en 1993. Esta ave, fue muy valorada por los mayas y otras civilizaciones. La Guacamaya pertenece a la familia de las psitácidas y su nombre científico es: Ara macao, su alimentación consiste en: néctar, raíces, frutas etc. Habita desde México hasta Bolivia. El hábitat natural de esta ave son zonas muy selváticas, en Honduras esta ave se encuentra extinta en estado silvestre.
La Flor Nacional Orquídea Digbyana.
Es la orquídea Rhyncholaelia digbyana, la cual reemplazó a la rosa en 1969. El cambio de la flor nacional se llevó a cabo durante la administración del general Oswaldo López Arellano, considerando que la orquídea Rhyncholaelia digbyana «es una planta autóctona de Honduras; teniendo su flor características excepcionales de belleza, vigor y distinción.
El árbol nacional El Pino.
(nombre científico: Pinus oocarpa),
el cual fue aprobado el 4 de febrero de 1927 durante la presidencia de Miguel Paz Barahona.
También se reglamentó el uso del árbol, «para evitar las destrucciones innecesarias,
ocasionadas por talas o incendios de bosque. Implantar, por medio de las autoridades de toda índole,
y de los centros de enseñanza, haciendo la debida replantación de los árboles que, como el pino,
se aprovechan diariamente».